Se producen por traumatismos,mordeduras o heridas de bala.
Frecuentemente son expuestas debido a que la cara interna de la tibia está inmediatamente por debajo de la piel sin músculos que la protejan.
En cachorros jóvenes pueden resolverse mediante un vendaje ferulado o un yeso.
De lo contrario diferentes técnicas quirúrgicas (clavos intramedulares, fijadores, placas y tornillos) serán de elección dependiendo del tipo de fractura, ubicación etc.
En la siguiente imagen se puede ver que en cachorros puede resolverse solamente con la colocación de un fijador externo:

Otro caso:
utilizando placa ortopedica y tornillos
